Manifiesto

Nos enfrentamos al mayor de los retos que la humanidad jamás haya tenido: La Sobreviviencia. Miles de especies animales y vegetales que cohabitan con nosotros el planeta corren el mismo destino que nosotros: la Extinción.

Esto se debe, en gran medida, al hecho de continuar profundizando en la implementación de un modelo de desarrollo basado en la utilización de combustibles fósiles, la extracción y depredación de recursos naturales y la consecuente pérdida de biodiversidad, que además de los gravísimos impactos ambientales que produce, mantiene a la gran mayoría de la población mundial en condiciones de pobreza extrema y de una enajenación cultural que apuntala la ignorancia y mantiene a quienes habitamos el sistema-mundo, en un estado de alineación que pareciera que no ve y entiende la encrucijada en la que el sistema nos tiene. La Era del Capitaloceno – para algunos Antropoceno- se presenta como la que registrará en el calendario cósmico la Sexta Extinción Masiva en el devenir de lo que hemos dado en llamar Planeta Tierra.

Entendemos que la evolución del Homo Sapiens ha sido una maravillosa coincidencia del azar cósmico y gracias a ello, hemos emprendido la gran historia del desarrollo de la Consciencia que nos ha llevado a logros increíbles; sin embargo, debemos de enfrentarnos ahora a seguir tejiendo en la trama de la vida o a perder nuestro estado de ser y estar tal y cómo ahora lo conocemos. Los misterios de la vida y de la muerte, quizá se pierdan en el inconmensurable universo que nos contiene.

Gaía, esta hermosa esfera azul late más allá de nuestra existencia, si bien es cierto que pasarán millones de años antes de que podamos ver un atisbo de vida compleja de otros seres en el planeta, la tierra seguirá su viaje expansivo por el universo posibilitando que de nueva cuenta se logren las combinaciones biológicas, químicas y físicas necesarias para volver a encender la chispa de la vida.

Nos resistimos a creer que ese es nuestro destino, por eso urgimos a la población planetaria que vea, escuche y que sobre todo sienta lo que su corazón le dice: Debemos Rebelarnos contra el actual sistema de producción y desarrollo, debemos de exigir que los Gobiernos del Mundo digan la verdad acerca de la crisis climática para que se tomen medidas claras y contundentes para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, se termine con la pérdida de biodiversidad y se comiencen a ejercer políticas regenerativas que permitan la resiliencia planetaria y el bienestar de los miles de millones de seres humanos que hoy viven como escorias gracias a un pequeño sector de la población que sustenta su poder y sus recursos explotando comunidades, poblaciones, pueblos y naciones.

El Cambio Climático y la depredación de los ecosistemas tiene nombre y apellido. Si bien es cierto que el sistema-mundo repite los valores que el Paradigma Cartesiano sustenta y que la responsabilidad es de todos compartida, podemos afirmar que hoy son los Gobiernos de los llamados países del Norte Global y las Elites de todos los países del mundo, los responsables de continuar negando los efectos del calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.

Miles de voces se alzan para advertir de la catástrofe socioambiental que ha comenzado a dejar sentir sus efectos, una comunidad global se emancipa de la alineación que el sistema desea perpetuar y un aliento de esperanza hace actuar a cientos de miles de personas que estamos seguros en un breve lapso de tiempo llegará a tener miles de millones de corazones luchando por la vida.

El consumo de 500 millones de habitantes es responsable de la emisión de casi el 64% de los gases que generan el calentamiento global, solo el 1% de la población controla el 90% de los recursos planetarios, la biomasa de los animales se ha reducido en más de 80% en los últimos años, cada año son sacrificados en condiciones de crueldad miles de millones de animales y la pérdida de masa forestal y biodiversidad corre a un ritmo acelerado que lleva cada año a desertizar y erosionar el equivalente al territorio de Suiza. Los datos acerca de indicadores negativos se acumulan en todos los aspectos vitales de la vida y del desarrollo social, siendo notoriamente contrarios en la preservación del medio ambiente, los derechos humanos y sociales, el crecimiento integral de las personas, la generación de economías solidarias y en la de brindar seguridad y salud preventiva.

La inercia de nuestro ansioso sistema de desarrollo nos está haciendo pagar ya altísimos costos socioambientales pero las elites planetarias continúan aferradas a seguir con el modelo de desarrollo basado en combustibles fósiles y en la extracción de recursos naturales y la devastación de la biodiversidad, saben que modificar esto conlleva a la pérdida del poder y por ello, son capaces de pagar miles de millones de dólares para financiar a personas, instituciones y gobiernos para negar el cambio climático y sus efectos. Parece que el desprecio por la vida y sus congéneres es lo que transita por sus venas.

Saben también qué si se implementa la utilización de energías limpias, se descentraliza la información y se genera un sistema-planeta que trabaje a favor de la tierra y no en su contra, emergerán políticas dirigidas a producir bienestar socioambiental y una nueva forma de organización social, política y económica surgirá.

La humanidad requiere hacer las paces con la naturaleza y comenzar a tejer desde la armonía, para ello es necesario mirar cómo se teje la vida, para así generar modelos de dsesarrollo Bio Social que nos permita enraizarnos desde una perspectiva sistémica, capaz de entender que todo esta interconectado e integrado y que por lo mismo, no somos dueños de ningún valor superior que nos permita seguir violando a la tierra y destruyendo todo lo que en ella habita.

Las falsas banderas del Progreso caerán a los pies de los hombres y las mujeres que sabemos que hay otro mundo posible, que entendemos que sólo a través de construir ecosistemas sanos podemos generar justicia social, que sólo mediante la inclusión y el respeto a la diversidad seremos capaces de sobrevivir en esta gran aventura de la consciencia, sino nos no atrevernos a hacerlo, será nuestro fin.

Tenemos una visión compartida de cambio: al crear un mundo apropiado para las generaciones venideras.

Necesitamos una cultura regenerativa: al crear una cultura que sea sana, resiliente y adaptable.

Fijamos nuestra misión sobre lo que es necesario: al movilizar el 3.5% de la población para lograr un cambio en el sistema.

Nos desafiamos abiertamente a nosotros y nuestro sistema tóxico: al dejar nuestra zona de confort y tomar parte de la acción para conseguir un cambio.

Valoramos la reflexión y el aprendizaje al seguir un ciclo de acción, reflexión, aprendizaje y planeación para tomar más acción, aprendiendo de otros movimientos y contextos, así como nuestra propia experiencia.

Mitigamos activamente el poder: al romper jerarquías de poder para obtener más participación equitativa.

Todos son bienvenidos al trabajar activamente para crear espacios más seguros y accesibles.

Somos una red no violenta: al usar estrategias y tácticas no violentas como las vía más eficaz de conseguir un cambio.